miércoles, 22 de junio de 2011

Un remedio para el dolor de aspirina


Probablemente si se aproximara un meteorito de forma que fuese visible en el firmamento, a una velocidad que nada en el mundo pudiera evitar la fatal colisión, la humanidad experimentaría un cambio drástico antes de perecer.
Y si por una extraña razón el meteorito desviara su curso hasta dejarnos a salvo, la humanidad no tardaría en adoptar su funcionamiento habitual.
Lo cierto es que la humanidad esta amenazada realmente, pero no por un fenómeno celeste (que nos daría un sentimiento de unidad frente a una entidad externa), sino por su disociación con el orden natural y por identificar dicha amenaza entre sus especímenes.
De forma individual, también existe un meteorito imaginario que tarde o temprano colisionará con su mundo para terminar con su existencia, pero no es visible ni se conoce su aceleración como para prever el momento exacto.
Mayormente, sólo lo grotescamente evidente y lo trágico provocan cambios sensibles en la conducta, mientras que la estabilidad refuerza la rutina invisible que aliena a los seres.

1 comentario:

  1. Lo sospechaba... ahora que somos más de uno ya se puede formar un partido político o una secta, la secta tardaría menos en dar réditos.

    Dice Witti:

    Cuando uno se mete en el barro sólo puede hacer una cosa: caminar marcialmente. Es mejor caer muerto por el esfuerzo que reventar lamentándose.

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